DISCURSO OMAR PEROTTI 25 DE MAYO DE 2020

lunes, 25 de mayo de 2020

Muy buenos días a todos y a todas. Un día diferente, un homenaje a nuestra Patria diferente. Escuchábamos recién el Himno ejecutado y cantado por quienes están aquí y por los que lo están haciendo a través de la tecnología. Pero ha sido un hermoso gesto de la orquesta, del coro de estar sumándose de esta manera y acompañándonos como otras tantas veces, como cada 25 de Mayo celebramos la Patria porque en ella nos sentimos contenidos, abrigados y acompañados.

La Patria es el bien común, el lugar amplio y diverso donde todas y todos somos necesarios para alcanzar un destino de grandeza.

A 210 años de la Gesta de Mayo, momento fundacional de la patria  que empezaba a soñarse soberana y libre. Nutridos de las ideas y las luchas de sus hombres y mujeres, nos seguimos pensando y deseando como Nación emancipada, capaz de decidir nuestro futuro, nuestro destino, buscando siempre el bienestar de nuestro pueblo.

Los momentos que vivimos nos demanda repensar el camino hacia esa ansiada libertad en toda su complejidad, ante el cambio de paradigma universal.

Quizás, los hombres y mujeres de mayo tuvieron que comprender esos cambios, haciéndolos. Fueron protagonistas e instauraron la participación ciudadana –del vecino en aquel momento-, aquellos que tenían autorización para tener alguna participación política. Pero, en definitiva, participación y acción política para decidir y definir qué rumbo tomar, qué país ser.

A la distancia podemos percibir el espiritu que los animaba en las palabras de Mariano Moreno: “Prefiero más una libertad peligrosa, que una servidumbre tranquila”.

La noción de Patria se significará en cada tiempo, en todo lo que nos toca atravesar, porque la vamos escribiendo cada día.

Especialmente en contextos no auspiciosos, como el que estamos viviendo, que modifican dramáticamente el curso de nuestras vidas, es donde se pone en juego entender que los procesos de liberación no son sencillos, ni las decisiones para preservar el bien común son fáciles, sino que se forjan con acuerdos y desacuerdos, dilemas y encrucijadas, objetivos comunes, desafíos y exigencias.

 

Allá por 1776 se crea el Virreinato del Río de la Plata y, quizás, desde ese inicio, fue en 1806 y 1807, durante las Invasiones Inglesas, donde empezó a generarse este germen de ciudadanía que, con la conformación de milicias urbanas, empezaron a despertar cierto sentido de pertenencia en los habitantes del Virreinato.

 

Napoleón después invadió España, el rey Fernando VII ya no pudo sostener la autoridad sobre estas tierras y allí aparece la Semana del Mayo y la conformación de nuestra Primera Junta de gobierno. El inicio de un proceso de lenta conformación del Estado Argentino.

Aquí en Santa Fe, las noticias llegaron, según algunos historiadores, entre 20 y 30 días después. Pero nuestra provincia y esta ciudad fueron siempre un punto estratégico en el tránsito para toda expedición que debió hacerse tanto al Paraguay y a la Banda Oriental.

Allí esta revolución tenía que defenderse y pasó a hacerlo con las armas y la valentía de sus hombres. Manuel Belgrano en varias oportunidades, entre 1810 y 1811, estuvo aquí en la provincia, a muy pocas cuadras de aquí, en el Convento de Santo Domingo. Y después, en 1812, para enarbolar nuestra querida bandera en las Barrancas del Rio Paraná en Rosario.

 

Eran las guerras por la libertad, y desde que se inventaron las guerras, uno ataca y otro se defiende. El símbolo del ataque, la lanza; el símbolo de la defensa, el escudo. Hoy la lanza es un virus invisible y tremendo que acorrala ciudades y poderes, que derrumba economías. El mejor escudo mientras el hombre desarrolle otras armas para la batalla, es aislarse, quedarse en casa, el distanciamiento.

Hoy estamos en guerra, una guerra distinta, con un enemigo que viaja con nosotros. En las guerras convencionales se dinamitaban los puentes para evitar el avance del enemigo. Hoy el camino y el puente somos nosotros. En las guerras, desde todas las épocas, hay hospitales de campaña. Hoy los cuerpos de sanidad no están en la retaguardia, están en el frente más duro de la batalla. Allí con poco conocimiento todavía del enemigo, con todas las armas pero fundamentalmente con mucho coraje. Con las lógicas adaptaciones, en esta guerra no puede haber neutrales ni indiferentes. El heroísmo hoy es la solidaridad.

El sistema político debe estar a la altura de la responsabilidad y confianza que cada ciudadano depositó con su voto. Tanto en quienes hemos sido elegidos para gobernar los destinos de la provincia como quienes han sido elegidos para ser oposición. Hace tan solo cinco meses cuando asumí mi mandato como gobernador de la provincia, juro que jamás imaginé que todos nuestros sueños, ideas y proyectos, iban a verse trastocados por algo tan microscópico como letal. Pero ante situaciones límites debemos anteponer el hecho de ser hombres y mujeres de Estado, con la enorme responsabilidad de conducir los destinos de nuestros pueblos. Trabajando incansablemente para cuidar la vida de cada santafesina y santafesino para trabajar por la reconstrucción de la provincia, de la mano del trabajo, de la producción y de la ciencia y la tecnología.

 

Esta pandemia nos amenaza a todos, pero no nos iguala a todos. Acrecienta desigualdades, potencia las carencias. Y eso evidencia una sociedad injusta, desequilibrada. La pandemia ha puesto en atención y hace impostergable dos sectores muy visibles que han sido dejado de lado en los últimos años: nuestros adultos mayores y las poblaciones de los barrios vulnerables, signadas por el hacinamiento. Allí hay mucho para trabajar, allí claramente cualquier expresión de libertad debe contemplar la solución de cada uno de ellos.

Creemos en una patria viva que se construye con cada acto de solidaridad, con cada gesto y acción que ponen al colectivo por encima del individuo. Porque solo siendo todos podremos ser libres. De eso se trata hoy, de cuidarnos, de construir nuevos lazos, de ser solidarios, del gesto simple entre vecinos, de la contención de los vulnerables, de potenciar un Estado creativo e innovador que cobije a todos comenzando por los que más lo necesitan. Entendiendo que nadie se salva solo, todos somos y hacemos la patria. Es entre todos y con todos. Juntos, en unidad, viva la patria.

en esta nota:

Gobierno Santa Fe

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